Chema Madoz, José María Rodríguez Madoz, nace en Madrid, un 20 de enero de 1958.
Sus años universitarios los pasó entre Historia del Arte en la Complutense y el Centro de Enseñanza de la Imagen donde cursa estudios de fotografía.
Es a partir de ese momento cuando Madoz empieza a trabajar la fotografía con un estilo propio que más tarde le daría el reconocimiento y prestigio como fotógrafo destacado.
En 1985, a la edad de 27 años, presenta su primera exposición en la Real Academia Fotográfica de Madrid. Eran años en la que en Madrid la mayoría de fotografía estaba en la calle siguiendo el fenómeno social que sería recordado como “La movida Madrileña”. Mientras Madoz dirige su mirada hacia el universo de los objetos para sacer de ellos otro mundo visual.
A partir de este momento, año tras año, no han faltado sus exposiciones individuales y colectivas tanto en ciudades españolas como europeas, americanas o asiáticas en Museos, Galerías o Fundaciones.
En España ha expuesto en la Real Sociedad Fotográfica de Madrid, en la Sala Minerva del Círculo de Bellas Artes (Madrid), en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía donde expuso “Cuatro direcciones: fotografía contemporánea española” y “Objetos 1990-1999”, en el Centro Andaluz de la Fotografía, en el Centro Gallego de Arte Contemporáneo…
Entre premios prestigiosos recibidos Chema Madoz ha sido galardonado con el Premio Kodak, con 33 años, 1991. Más tarde, en el año 2000, con 42 años, recibe el Premio Nacional de Fotografía, el Premio Higasiwaka en Japón, el Premio PhotoEspaña y se le reconoce como “Autor Destacado” en la Bienal de Houston Fotofest.
El Premio Nacional de Fotografía, que al margen de la dotación económica, reconoce la obra del fotógrafo por su aportación artística al enriquecimiento del patrimonio cultural de España. Chema Madoz lo recibe, “por su aportación a la fotografía de un universo personal que indaga sobre las trampas de la visión y plantea un pensamiento que se resuelve en la misma imagen. Todo ello dotado de una ironía y un sentido del humor, así como de una poesía visual” (Ministerio de Cultura y Deporte, 2000).
En 2011, recibe el Premio Bartolomé Ros de PhotoEspaña. En 2013, se le otorga el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid. En 2014, recoge el Premio Nacional de Fotografía ‘Piedad Isla’. Y recientemente ha recibido la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2019), que otorga el Ministerio de Cultura y Deporte.
Este último galardón distingue a las personas y entidades que hayan destacado en el campo de la creación artística y cultural o hayan prestado notorios servicios en el fomento, desarrollo o difusión del arte y la cultura o en la conservación del patrimonio artístico.
También son numerosas las publicaciones (libros) que muestran el gran trabajo de este fotógrafo. Varias editoriales importantes le han ayudado a editar y publicar sus libros; Editorial Art-Plus de Madrid, Editorial Mestizo A.C. de Murcia y la editorial La Fábrica.
Para conocer más sobre la bibliografía de Chame Madoz se puede visitar su página web: Chema Madoz.
Chema Madoz es un fotógrafo que utiliza el blanco y negro para realizar sus fotografías, casi siempre en un formato cuadrado. Si algo destaca de este autor a la hora de componer con el universo de “objetos” que marcan su estilo inconfundible es la obsesión por la precisión de cada elemento que entra en juego en la fotografía. Los objetos están colocados con una milimétrica exactitud, la simetría de sus encuadres y una luz bella conforman una armonía perfecta. Sus imágenes surgen a partir de objetos o elementos cotidianos, que dispuestos creativamente para hacer una composición artística y con un control extraordinario de la luz transforma estos objetos insignificantes en una imagen atractiva para el observador. Sus fotos nos llevan a un mundo de detalles que inspiran a la imaginación del observador y que sin el trabajo del autor el espectador no sería capaz de crear. Digamos que es un juego entre lo que estamos acostumbrados a percibir de los objetos y lo que nos ofrece este autor para sacar el verdadero rostro de las cosas. Madoz dispone los objetos para mostrarnos un universo posible a partir de objetos que reconocemos en un principio como innecesarios fuera del contexto en el que habitualmente nos los encontramos. Nos propone un juego entre la realidad, donde los objetos son reconocibles, y la abstracción, donde los objetos se trasladan de su cotidianidad, para que el espectador cuestiones sus ideas preconcebidas hacia aquellos objetos y vea otro mundo posible.
Chema Madoz con sus fotografías nos propone un cambio en los conceptos establecidos sobre el uso de los objetos y nos lleva a una dimensión cognitiva en la que lo imposible previamente se hace realidad. El espectador hace un recorrido conceptual que va desde que observa por primera vez la imagen, y en su mente surgen las ideas previas, hasta que analiza la transformación de un mundo improbable pero no imposible y le da significado a la imagen. Esa es la grandeza de la fotografía de Chema Madoz, la transformación que hace en el plano de las ideas del espectador. Como nos propone en sus múltiples exposiciones, siendo la última en Madrid con el título La naturaleza de las cosas. Chema Madoz.
Su método es sencillo y minimalista, como el mismo ha comentado “utilizo el blanco y negro para que las imágenes sean más abstractas, intento jugar con el mínimo de elementos posibles, quedando en muchos casos reducidos a la mínima expresión”.
Algo que dice mucho de este fotógrafo es que sigue utilizando para crear sus obras artísticas la tecnología analógica adaptada a la revolución digital, para ello utiliza una cámara HASSELBLAD de medio formato analógica que le proporciona una calidad excepcional.
Como ejemplo de la técnica y edición al estilo de este artista puede visitar el siguiente artículo: Soñando con Chema Madoz (DR Escuela).